Poco a poco, año de por medio, aguardamos una nueva edición del Kilkfest, el festival que va adquiriendo un grado tradicional para el espacio musical en nuestro país, por su característica de tener un cartel de géneros variados.

Esta vez, el evento se realizó ante más de catorce mil espectadores (según lo confirmado) y con un interesante line-up. Grupos locales, como los cada vez más activos y populares Nine Bits y La Siega Roots, dieron inicio a la velada. Unos potentes Ripe Banana Skins ya contaron con unos buenos miles de asistentes y pudieron brindar suficiente adrenalina con un sonido justo y acomodado.

Al momento en que Villagrán Bolaños iniciaba su presentación, el clima, que se manifestó por demás agradable, acompañó de manera fresca y la buena cantidad de gente estaba con todas las ganas de fiesta. El grupo basó su show como lo viene haciendo últimamente, con una mayoría de canciones de su último disco, «Sonidos Siderales», aunque se nota que son las canciones de sus trabajos anteriores las que gozan de mayor simpatía. De todas formas, sonaron muy potentes a lo largo de una hora.

La sección internacional tuvo su puntapié inicial con los mexicanos de Molotov. «Noko» fue la encargada de encender una extensa mecha que abarcó acertadamente toda su discografía, con algunas fabulosas perlas como los covers de «Rap-soda y Bohemia» y «Marciano», con una incendiaria parte punk incluida, mi favorita «Changüich a la Chichona», hasta llegar a la obvia explosión de esa bomba que genera «Puto» con el público delirando a pogo tendido. De todas formas, si bien la lista llegó a la veintena de temas, se extrañó a algunas canciones, como «Voto Latino» o «Rastamandita».

El protagonismo del festival cruzó el charco y desde Escocia, Franz Ferdinand arrancaba puntualmente su segunda presentación en Paraguay. Ahora convertido en quinteto, los británicos se calzan los instrumentos y arrancan con buen ritmo y sobrado entusiasmo.

Cada uno se muestra en excelente forma y todos y cada tema resulta nítido y compacto. Alex Kapranos es un excelso maestro de ceremonias, hablando en guaraní, español y su elegante inglés, baila y canta con suma entrega, manteniendo su gran dosis de energía durante todo su show.

A diferencia de aquella lejana presentación del 2010 donde sonaron ochentosamente intensos, el grupo ha desarrollado un atractivo sonido pop, con guitarras ligeras y atrapantes, y unos pegadizos coros, especialmente en temas como «Do You Want To» – la primera gran reacción – pasando por geniales momentos como «No You Girls», «Walk Away», «Ullyses» y lógicamente «Take Me Out» hasta el participativo final con «This Fire». Una vez más, brillantes realmente.

The Chainsmokers cumplieron su parte de cerrar el show con su entusiasmado set. El par de DJs cumple con la misma fórmula, incluyendo los fuegos artificiales, humo, imágenes en la pantalla y mucha energía.

Esperando más ediciones, la noche del viernes concluyó de manera exitosa, dejando a los presentes más que satisfechos. Al menos, este servidor sí.

 

 

Fotos de @renefotografia