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Este disco y su correspondiente recomendación llegan con cierto retraso a esta revista. Su lanzamiento ya se había producido en junio de este año y, con las disculpas del caso, varios meses después me tomo el descaro de hablar de él. Formados en Los Angeles apenas en el 2008, Rival Sons ya contaban con tres discos en su haber al lanzar este genial “Great Western Valkyrie”. Y es más, para este trabajo, el bajista y miembro fundador, Robin Everheart decidió ceder su puesto a David Beste.

“Electric Man” es a la vez el tema que abre y el primer sencillo de este disco, que marca desde los primeros acordes una orientación blues y rock bastante setentosa, como si se tratara de algún clon de Led Zeppelin o Yardbirds. “Good Luck” se vuelve un poco más psicodélico y “Secret” o “Play the Fool” vuelven a reventar parlantes sin contemplación.

Y así podría hablar de todos y cada uno de los temas, pero estaría quemando cartuchos de incógnita musical. De todas formas, los que gustan de canciones rockeras con riffs monstruosos y ritmos tan rítmicos como provocativos tienen en Rival Sons una magnífica opción. Estados Unidos nuevamente ha ganado un puntito a favor. Aquí hay algo muy bueno.