Desde los discos de White Stripes este músico de Detroit daba muestras de un sonido originalmente tradicional. Sólo hay que escuchar aquel sensacional «Elephant», donde explican que no utilizaron computadoras ni sintetizadores en todo el proceso de creación del disco. «Lazaretto» podría evidenciar esta cuestión y resulta bastante más ecléctico que su trabajo solista anterior.

Los teclados de «Three Women», el tema que da inicio a esta oncena de canciones, evocan sonidos zeppelinescos dentro de una melodía atrapante. El primer single, tema homónimo al disco, es psicodelia pura y la súper-country «Temporary Ground» está cantada con Lillie Mae Rische. Y así arranca este viaje que, según cuenta la leyenda, Jack White inició luego de haber borrado todas las canciones que había compuesto anteriormente para empezar todo de cero.

Lo mejor llega con «High Stepper Ball», con una guitarra sensacional dentro de una fantástica sesión rítmica; «Just One Drink», bastante rollingstonesca; y «Alone at Home», nuevamente con la Rische, en plano más indie-pop dulce y accesible. Y si te gustó «Bluderbuss», este disco no te defraudará. Ya lo había dicho Joe Perry, de Aerosmith, cuando explicó que White era uno de los mejores guitarristas surgidos en los últimos años. Habría que prestar atención cuando los grandes dicen cosas así.