juana molina

La del sábado fue una de esas noches en que no sabés muy bien qué va a pasar. Saber los setlist por adelantado nos viene echando por la borda el sabor de la sorpresa.

Neine Heisecke, Mauri Rodas y Sergio Banana Pereira fueron los primeros en escena representando al Movimiento Cancionista. Músicos y organizadores. Interpretaron cancanciones del repertorio de cada uno, algunas entretenidas como la dedicada a un perro e inclusive le cantaron a un Sauce. Casi todo el show lo dieron bajo el atento ojo de Juana Molina que los escuchaba desde un rincón.

Cuando le tocó el turno a ella, rodeada de cables, equipos que usa en sus loops, teclado y munida de una guitarra, pidió con un gesto que la audiencia se ponga de pie. Ya nos había comentado en una entrevista que le hicimos el día anterior que prefiere tocar en lugares donde el público esté de pie porque eso obliga a moverse, a incorporarse al sonido.

En dos horas recorrió casi toda su discografía, calando más en su último disco lanzado Wed21. Muy disfrutados fueron los temas Eras, Lo decidí yo, Un día, Sin Guía No, en donde pudimos apreciar de cerca la creación y recreación de cada pieza donde va generando sonidos en capas… aunque en realidad no percibimos varias capas sino solamente una capa: ella, Juana.