Led Zepagain revivió a Led Zeppelin en Kilkenny

Con tanto grupo realizando tributos a números clásicos y otros más nuevos, habíamos llegado a un punto de burla y a que esta ecuación ya no sea tomada en serio. Ahora llegaban, desde California, estos tipos que en 1988 formaron una banda tributo a Led Zeppelin.

Si bien el factor internacional de la propuesta resultaba atractiva, no dejaba de ser OTRO tributo. ¡Pero ojo! En esta oportunidad la cosa parecía valer la pena, a juzgar por los antecedentes de los Led Zepagain, que fueron alabados por el mismísimo Jimmy Page.

¡Gran siete que si valió la pena! Estos cuatro músicos resultan ser devotos fanáticos del legendario grupo inglés y su concierto fue una magnífica sorpresa musical y visual.

La concurrencia fue suficiente para calentar la noche y la gente que se dio cita en Killkenny estaba lista para una noche de rock. Minutos después de las 11 de la noche, la banda sube al escenario y sin mediar palabra arrancan con la enérgica «Immigrant Song”. Fue un acierto, ya que así producían un certero golpe mientras comprobamos que cada miembro tiene lo suyo; Derek Smith aporrea la batería con la energía del mismo Bonzo, Antonhy Davis luce como un joven y barbudo Page, salvando su tarea con creces. Jim Wooten resulta un altísimo y melenudo Jones, que descose su bajo, pero que se vio vencido ante los problemas técnicos del teclado. Y el vocalista Swan Montgomery recuerda a un flaquísimo Plant, cuya voz tiene la capacidad de llegar a aquellas altísimas notas, mientras emula los movimientos del británico cantante.

El repertorio

Musicalmente el grupo cumplió a cabalidad. Además, un setlist de Led Zeppelin siempre tiene las de ganar. Esta vez, repasaron básicamente toda la discografía, desde los mega-clásicos como «Black Dog», «Kashmir», «Whole Lotta Love», «Stairway to Heaven» y «Rock and Roll», pasando por favoritos de los fans, como «Ramble On», «Good Times Bad Times» o «Misty Mountain Hop» hasta otras sorpresas, como esa divertida «Fool on the Rain» para que casi dos horas todos terminen con una sonrisa en el rostro.

Además, para darle más calor a la fiesta, la gente se pasó. En bastantes conciertos se ve como el públicos responde exclusivamente a los hits. En esta oportunidad, los presentes se cantaron todo, hacían pogo y se abrazaban emocionados. Y sí, así pasó Led Zepagain: estos tributos son cosa seria.