dream theater cover

Indudable es la calidad individual del quinteto de New York. También es incuestionable que se trata de un grupo musical con todas las letras. Y esta no es la primera vez que se embarcan en un proyecto tan ambicioso como un disco doble conceptual (“Six Degrees of Inner Turbulence” del 2002 es prueba de ello). Sin embargo, el resultado logrado en su décimo tercer trabajo llega a niveles de excelencia que hasta estremece.

El disco cuenta la historia de un país ficticio en un distópico futuro, donde la música compuesta y/o ejecutada por humanos está prohibida por el gobierno. Es ahí que un grupo de rebeldes lucha por retomar la condición humana de esa forma de arte. Entonces, a través de 2 discos y nada más y nada menos que 34 temas, se desarrolla esta fábula musical con tintes cinematográficos, caracterizada por una majestuosidad sin precedentes. Resulta que esta vez, Dream Theater es acompañado de la Orquesta Sinfónica de Praga y tres distintos coros, dirigidos por el maestro David Campbell.

No podría destacar a una canción en particular. Todas y cada una de ellas son precisas y necesarias; desde los intermedios instrumentales (Dystopian Overture), pasando por hermosas baladas (Act of Faythe o Begin Again), pasajes esplendorosos (Lord Nafaryus o My Last Farewell), hasta los tramos más pesados (Moment of Betrayal o Three Days). Aquí, cada instante ofrece un sinfín de facetas para todos los gustos.

Petrucci, Rudess y compañía han logrado un disco sumamente atrapante, tanto por la historia relatada como por sus canciones, casi a la altura de otras obras similares, como “Tommy”, “The Wall” o “Operation: Mindcrime”, realmente para ser disfrutado una y otra vez.